Precios y competencia. El 31 de enero fue el último viernes que se fijó un precio para las lechonas y cochinilos (a 40 y 38 euros respectivamente). En solo una semana el precio por estos animales había bajado un euro. A partir de entonces en la lonja de Sineu no se ha llegado a ningún acuerdo por la baja demanda. | Daniel Espinosa

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El cierre de bares y restaurantes o su escasa actividad solo en el exterior ha paralizado por completo la comercialización de porcelles y corderos en la Isla. Desde hace tres semanas en la lonja de Sineu no hay un acuerdo sobre el precio de venta de estos animales. El motivo, explican los ganaderos, es la poca demanda, lo que ha provocado un colapso en el mercado. Los comercializadores tienen los congeladores llenos de lechonas y corderos sin poder vender, por lo que hasta que no puedan dar salida a su stock han paralizado nuevas compras. Por contra, los payeses continúan alimentando a diario estos animales, haya o no haya el canal Horeca abierto.

Los propios ganaderos reconocen que un asado de porcella o xot son productos que no suelen cocinarse en casas particulares salvo durante las fiestas. Son productos que habitualmente se consumen en un restaurante o en grandes celebraciones paralizadas hace ya un año por la pandemia. «Este cambio de hábitos provocado por el coronavirus ha paralizado el mercado. Ahora mismo el único negocio posible es quitar animales, si no te arruinas», explica el ganadero y miembro de Unió de Pagesos, Jaume Pocoví.

También desde la cooperativa de Ramades Agrupats confirman la delicada situación que vive el sector. Su gerente, Margalida Obrador, señala que el descenso de ventas ha sido una constante desde la declaración del estado de alarma el pasado mes de marzo, aunque la situación se agravó en estas últimas semanas cuando ni en la lonja se llegan a acuerdos sobre los precios. Pese a ello, Obrador asegura que de momento la cooperativa de Felanitx puede mantener el precio de la lechona, no así el del cordero que ha bajado. «La payesía hace mucho tiempo que está en crisis, pero esta situación provocará que todavía más ganaderías opten por quitar los animales y, por tanto, que cierre de la explotación», lamenta la gente.

A la falta de demanda debe añadirse la elevada competencia en el sector, sobre todo de carne procedente de la Península o el extranjero. Es una ‘guerra’ de precios en la que el sector primario mallorquín no puede competir ya que los gastos de producción son más elevados por la insularidad. Pocoví recuerda también la importante subida del precio de las materias primas que está en alza debido al mercado chino. «Tras superar la peste porcina, China ha incrementado considerablemente su producción de cerdos, pero para ello necesita importar materias primas para sus animales que compra en Europa. Esta creciente demanda asiática ha provocado que los precios de estos productos también aumenten», lamenta el ganadero. La Conselleria de Agricultura asegura que vigila el mercado y lanzará campañas para que las grandes superficies opten por comercializar el producto local.