Los niños encienden las antorchas y se canta la canción. | Assumpta Bassa

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La víspera de Navidad cuando empezaba a oscurecer, tradicionalmente, los abuelos encendían hogueras en medio de las calles y los niños jugaban con fuego. Corrían con las faies, antorchas encendidas contando la canción del Alei Alei. En 2018, tras 30 años sin celebrarse, se recuperó esta costumbre con gran ilusión por parte de la población. Por ello varias entidades: la Associació Cultural Cap Vermell, la Obreria Verge de l’Esperança y la Associació Empresarial Gabellina decidieron unir fuerzas para que la fiesta tenga su reconocimiento. Han solicitado al Consell de Mallorca que se declare de interés cultural el Alei, Alei de Capdepera, una fiesta que hoy por hoy es única en Mallorca. Se trata de una celebración de orígenes desconocidos con raíces precristianas parecidas a la fiesta de la fia-faia que se celebra en Bagà y Sant Julià de Cerdanyola y que fue declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la Unesco.

Joana Colom, una de las impulsoras de esta iniciativa, explicó que «de pequeña, y de ello hace muchos años, vivíamos la celebración con entusiasmo. Las calles eran nuestras, había foguerons y cada grupo de niños encendían las faies».

La fiesta este año no se va a poder celebrar debido a la COVID-19 pero este domingo se presentará en el teatro una auca para hacer llegar esta tradición a los más jóvenes. Los dibujos han sido realizados por Pep Esteva y el texto es de Pere Orpí.