Mateu Català es el presidente de PIMEM en Manacor. | Maria Nadal

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Desde el mes de octubre del año pasado, Mateu Català (Vilafranca, 1963) es el presidente de la Federació de la Petita i Mitjana Empresa (PIMEM) de Manacor. Se dedica profesionalmente al mundo del automóvil (tiene un taller mecánico, vehículos de ocasión y rent a car) y, durante el confinamiento perimetral de Manacor, se ha convertido en la cara que representa a los empresarios locales.

Manacor lleva tres semanas confinado, ¿cómo viven esta situación los empresarios?
— Con mucha preocupación. El tejido empresarial padece mucho las consecuencias de este cierre y sufrimos por nuestros trabajadores, las personas y las familias que ven como peligra su patrimonio empresarial que se ha levantado durante generaciones y que ven que ahora se destruye. Lleva años de trabajo levantar una empresa y en solo unos días se puede perder todo.

Los empresarios de la ciudad hacéis piña contra las medidas sanitarias de Manacor. ¿Cómo surgió la idea de uniros?
— Los presidentes de las diferentes asociaciones de comerciantes empezamos a movilizarnos para buscar soluciones y en cuestión de tres o cuatro horas se creó un grupo de whatsapp en el que hay unas 250 personas, lo que es algo increíble en Manacor. Con este movimiento ahora los empresarios estamos muy unidos y luchamos por el mismo objetivo común.

Pero ya hay negocios de diferentes sectores que han tenido que cerrar debido a la pandemia...¿Se conocen cuáles son las pérdidas?
— Cada día hay empresas que cierran ya sea de manera definitiva o hasta el final de la pandemia provocada por la COVID-19. Debido a la situación sanitaria, a algunos empresarios no les sale a cuenta mantener las puertas abiertas y los sectores que más padecen estas consecuencias son el de servicios, comercio, estética y el de restauración.

Una de las mayores reclamaciones a las administraciones públicas es la de habilitación de ayudas. ¿Qué opinan de las iniciativas del Ajuntament de Manacor de crear vales de 10 euros para incentivar el consumo?
— Todas las medidas son positivas, pero antes del anuncio del Ajuntament de Manacor se nos tendría que haber consultado pra poder debatir las propuestas en la mesa que hemos creado para la reactivación de la actividad económica de Manacor. Hay muchas opiniones sobre la manera en qué se quieren dar estos vales y, en el fondo, es una buena iniciativa pero no estamos tan de acuerdo con la manera que se ha hecho.

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¿Y cómo se tendría que haber hecho?
— Si quieren reactivar el pueblo tienen que apostar por las empresas. Desde PIMEM trabajamos para proteger al autónomo, la micro empresa y la mediana empresa y desde que entró en vigor el confinamiento hemos duplicado las horas de trabajo porque nunca habíamos tenido tantas consultas.

¿Cuáles son estas consultas?
— La mayoría nos preguntan qué puede hacer una empresa que no tiene ingresos y la única salida es la de cerrar. El problema es que antes de confinar no se nos avisara de las medidas. Pensamos que la consellera de Salut, Patricia Gómez, nos tendría que haber informado y que las medidas sanitarias fueran acompañadas de ayudas directas para mantener a los trabajadores.

¿Creen que no ha sido eficiente el cierre perimetral?
— No, no lo ha sido. Ha sido más perjudicial que beneficioso y con estas medidas no nos moriremos de enfermedad, pero sí de hambre. Creemos que hay un punto intermedio que se consigue a través del diálogo, que no ha existido.

¿Seguiréis con las reivindicaciones tras el levantamiento del cierre de la ciudad?
— Empezaremos a exigir que las ayudas lleguen al tejido empresarial y será el momento de reactivar la economía en Manacor. Tenemos una buena mesa de reactivación y lo conseguiremos todos juntos. Haremos una campaña potente para atraer a la gente hasta Manacor porque desde PIMEM siempre miramos por la pequeña y mediana empresa, que son los que lo pasan peor con esta situación.

¿Qué les pedís a los responsables políticos?
— Debido a esta situación por la que pasa Manacor, les pedimos que se bajen el sueldo tanto a los políticos como a los trabajadores públicos porque son los únicos que no han padecido ninguna consecuencia económica de esta pandemia. Con esta decisión podrían ayudar a salvar, en parte, e tejido empresarial, que necesita una inyección económica muy importante. Los empresarios tenemos que seguir trabajando juntos, porque solo con nuestra unión saldremos de esta situación y lo haremos más fuertes.