Vista de Muleta I en el Port de Sóller. | Lluc Garcia

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La aprobación del Decreto Ley del Govern por el que se aumenta la protección del suelo al desclasificarse suelo urbanizable, falsos urbanos y zonas de protección de riesgos, puede ser el primer paso para la completa desclasificación de la urbanización de Muleta I en el Port de Sóller.

Aunque el Ajuntament todavía no tiene clara la incidencia de esta nueva medida proteccionista en el municipio, las fuentes municipales consultadas creen que puede ser el primer paso para la que esta urbanización no llegue a estar dotada de servicios. Seguiría por tanto el camino de la de Bens d’Avall que se convirtió en suelo rústico, y donde las edificaciones existentes son las únicas que podrá haber en el futuro.

Otra urbanización del Port sin desarrollar que no se han visto afectadas por las nuevas medidas por estar ya desclasificada es la de Muleta II, anexa a la anterior.

Pero el decreto afecta de pleno a Muleta I por ser un falso urbano. La urbanización, con cerca de un centenar de chalets, no tiene alcantarillado, ni alumbrado, ni agua y casi no queda asfalto en las calles. Se ha negociado con los propietarios pero el principal obstáculo ha sido el coste de la dotación de servicios -entre tres y cuatro millones de euros- que deberían asumir. Hace poco se delimitó el perímetro de la urbanización para calcular los costes. De momento la nueva medida ya deja inedificables los solares vacíos en este falso urbano, pero todavía hay tiempo para poder realizar la dotación de servicios. Ésta debería incluir la construcción de un gran depósito de agua que, por altura, solamente se podría ubicar en la vecina Muleta II.

Herencia del urbanismo salvaje

Las urbanizaciones del Port de Sóller crecieron a partir de los años 60. Estas se realizaron, por norma general, sin ningún tipo de control ni regulación.

Pero poco a poco los sucesivos consistorios y el esfuerzo de los propietarios han conseguido recepcionar algunas o al menos dotarlas de servicios. Menos Muleta I.