Tanto el retablo como los frescos de la capilla del Sagrario necesitaban una intensa rehabilitación. El estado de las pinturas era especialmente preocupante, habiendo desaparecido en algunos puntos. | Redacción Part Forana

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El retablo del sagrario de la ermita de Sant Miquel será completamente restaurado. Este lugar de culto, edificado en el siglo XIII y con una antigüedad aún mayor que la propia Seu de Palma, verá por fin como uno de sus retablos más apreciados recobra todo su esplendor.

Los trabajos serán llevados a cabo por el taller de restauración del Bisbat de Mallorca, gracias a la financiación concedida por el departamento de Cultura y Patrimonio del Consell de Mallorca, que dirige la vicepresidenta Bel Busquets.

Para ello el retablo fue desmontado hace diez días y trasladado a las dependencias de este servicio de restauración en Palma.

La recuperación de esta pieza, que data del siglo XVIII y es de estilo barroco, debería haberse realizado ya en 2019, pero no ha sido hasta ahora cuando se han acometido los trabajos. Cuando esté completada su restauración se unirá al resto de los presentes en la iglesia y que proceden del siglo XVI. Entre ellos destaca el de la Mare de Déu del Roser, que ya fue restaurado en 1991.

Además de este retablo también ha comenzado la recuperación de los frescos que pueden encontrarse en la misma capilla y que sufrían un alto grado de deterioro. Se prevé que en aproximadamente dos meses hayan finalizado las tareas de restauración de ambos elementos.

Ferran Bellver, presidente de la cooperativa social Donats de Sant Miquel que gestiona este recinto, afirma que pendiente aún de restauración estaría el cementerio medieval, que en su tiempo fue lugar de reposo de los núcleos de Sa Pobla y Búger, que en aquella época pertenecían a Campanet.