En noviembre de 2016 se hizo una intervención en el cementerio para encontrar y exhumar los cuerpos de personas asesinadas durante la Guerra Civil. | Guillem Mas

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El próximo mes de julio se podrán retomar las intervenciones necesarias para llevar a cabo la segunda fase de exhumación de la fosa del cementerio de Porreres, una actuación que quedó paralizada en el mes de julio de 2018. La muerte y el entierro de una vecina de 92 años en uno de los nichos que se tenía que demoler para realizar la nueva fase, impidió que se iniciaran los trabajos ya que, según la normativa, no se puede trasladar un cuerpo hasta que hayan pasado dos años de su entierro.

En su momento se produjo un conflicto institucional y el tema acabó en los juzgados tras un enfrentamiento entre Ajuntament, que autorizó el entierro, y el Govern balear, que pidió autorización judicial para levantar el cadáver. En julio habrá pasado el plazo requerido y por ello ya se han puesto en marcha los mecanismos que permitirán desencallar esta paralización.

Esta semana el pleno del Ajuntament aprobó, con el voto a favor de PI, PSOE, Més y la abstención del PP, un convenio de colaboración entre la Conselleria d’Administracions Públiques i Modernització y el Ajuntament para coordinar las actuaciones.

El secretari autonòmic de Memòria Democràtica del Govern, Jesús Jurado, explicó a este periódico que «todo está preparado para que se pueda empezar con las intervenciones ya que en julio es cuando se cumplen los dos años. Desde el 2018 ya está licitada la empresa que ha de hacer las obras de demolición y reconstrucción».

Jurado añadió que, «cuando nosotros entramos, nuestra intención era poder desencallar esta cuestión y llegamos a un acuerdo con el Ajuntament para firmar un convenio definiendo, de manera clara, las competencias de cada una de las administraciones. Era necesario primero que se firmara por pleno y ahora, en breve, lo firmaremos nosotros». A su vez dejó claro que «siempre ha habido una excelente relación con la alcaldesa Xisca Mora». La intervención en la fosa pasa primero por demoler el bloque de 37 nichos, 5 oseras y 2 capillas. Una vez realizada la exhumación se han de construir de nuevo estas edificaciones en el estado y características en las que se encuentran actualmente.