La planta obsoleta fue inspeccionada este viernes. | Redacción Part Forana

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Técnicos de la Agència Balear de l’Aigua (Abaqua) inspeccionaron este viernes el estado de la planta potabilizadora que este organismo dependiente del Govern adquirió hace más de una década al Ajuntament de Muro y después nunca reclamó. A falta de cuantificar el coste de desmantelar la infraestructura y su tratamiento, los técnicos tienen claro que su destino será el desguace.

Los trabajos de desmonte de la planta no serán complejos, según la primera evaluación realizada ayer. Además, el objetivo del Ajuntament de Muro es que esta nave de su titularidad tenga el mismo uso, para albergar una nueva maquinaria que elimine el exceso de nitratos del agua de la red municipal. El mayor coste de desmontar la vieja planta que Abaqua «heredado» de legislaturas pasadas, radica en el tratamiento de las partes que no se puedan reciclar.

«Cuando las membranas y filtros están parados de cuatro a seis meses ya son inservibles, por tanto todos estos materiales ya no se pueden reutilizar y habrá que tratarlos como residuos; este tratamiento por empresas especializadas será la parte más cara», explica el gerente de Abaqua, Guillem Rosselló, quien no tuvo conocimiento de la existencia de esta instalación hasta el pasado octubre, cuando fue publicado por Ultima Hora. «Todos queremos solucionarlo y nos hemos puesto en marcha», coinciden Rosselló y el alcalde de Muro, Toni Serra. La solución que barajan es firmar un convenio para que ninguna de las dos administraciones tenga que asumir el coste de deshacerse de la planta.

Concesión

El Ajuntament está en proceso de adjudicar la concesión del servicio de agua, y la idea es condicionarla a que sea la empresa adjudicataria quien se haga cargo de desmantelar las viejas instalaciones. Serra acudió a la inspección junto al técnico municipal de Medi Ambient, Jaume Ramon, el asesor Joan Mateu Horrach y representantes de Aqualia, la actual concesionaria del servicio, que ha ganado el nuevo concurso, toda vez que justifique su baja temeraria.

En todo caso, la nueva concesionaria deberá desmontar la vieja potabilizadora y substituirla por una nueva.