El GOB y la plataforma Salvem Can Mas advirtieron el pasado 26 de noviembre de que las máquinas habían entrado en la finca de Can Mas donde comenzaban las excavaciones para la construcción de 36 apartamentos de lujo, justo frente a la emblemática ‘possessió de Can Mas’. | GOB

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El Ajuntament de Bunyola ordenará la paralización cautelar de las obras de construcción de ‘Petit Bunyola’ e iniciará la revisión de oficio de la licencia de obras. Remitirá el expediente completo al Consell para que éste confirme, si tal y como denuncia el GOB, la licencia municipal contraviene la Ley de Urbanisme de Balears y la Ley del Suelo estatal, al «desvirtuar» las vistas de un «paisaje pintoresco».

Así lo explicó este miércoles el alcalde de Bunyola Andreu Bujosa (Esquerra Oberta) dos días después de que los ecologistas advirtieran de la presunta comisión de un delito de prevaricación administrativa. En un escrito registrado el lunes, el GOB asegura que «los intervinientes en el procedimiento administrativo la han autorizado a sabiendas de dicha ilegalidad». Solicita la revisión de oficio de la licencia por ser «nula de pleno derecho».

Nuevos informes

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El alcalde Bujosa reunió el martes de urgencia a sus técnicos, que ayer entregaron nuevos informes teniendo en cuenta los argumentos del GOB. Bujosa explica que, aunque el arquitecto municipal que informó a favor de la licencia sigue defendiendo que esta cumple con el planeamiento urbanístico de Bunyola, ante las dudas planteadas por el GOB sobre un posible incumplimiento de una norma de mayor rango (la ley balear de Urbanisme y la ley estatal de suelo) ha tomado la decisión de parar cautelarmente las obras e iniciar la llamada revisión de oficio por lesividad. El alcalde de Bunyola convocará así, entre hoy y mañana, un pleno extraordinario en el que se aprobará la orden de paralización y revisión del la licencia municipal. «No basta un decreto de Alcaldía, le corresponde hacerlo al pleno», dice.

Aunque la licencia de obras para la construcción de los 36 apartamentos de lujo frente a la emblemática possessió de Can Mas se otorgó el 7 de febrero de 2019, las obras comenzaron hace dos semanas. El GOB había pedido hace ya tres meses por escrito, en representación de la plataforma Salvem Can Mas, tener acceso al expediente completo. Sospechaba que existían presuntas irregularidades en torno a la concesión de los permisos que la promotora obtuvo sorteando in extremis la suspensión de licencias de obra que actualmente está vigente en todo el municipio.

Las imágenes del render con el que las inmobiliarias tienen ya a la venta los apartamentos de lujo desató la indignación de parte de los bunyolins hasta el punto de que el alcalde Andreu Bujosa convocó el lunes al pueblo en el teatro a una asamblea abierta para dar explicaciones sobre este asunto.

Lejos de calmar los ánimos, el enfado fue en aumento a medida que los asistentes escuchaban que ‘Petit Bunyola’ tendrá que hacer una estación impulsora para conectar con el alcantarillado, aunque el alcantarillado es un servicio imprescindible para que un suelo tenga la condición de solar. La licencia se dio además antes de demoler las construcciones que ya había en la finca.