La tienda de Asinca presentaba este jueves un aspecto desangelado después de años con colas de clientes. | Juanjo Roig

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Asinca cerrará este viernes sus puertas después de 74 años fabricando y vendiendo artículos de piel. Con la desaparición de esta tienda ya son tres las empresas del sector que en las últimas semanas han abandonado el negocio. Antony’s tiene colgados diversos carteles de liquidación por cierre y bajará la barrera a finales de diciembre tras 24 años abierto; mientras que Unic by Paco Llabrés cesó su actividad a principios de mes por jubilación del dueño y falta de relevo en la empresa.

El cierre de Asinca supondrá la pérdida de seis puestos de trabajo y la puesta en venta del establecimiento de tres plantas que fue construido en 1992 en la entrada de Inca por la carretera de Sineu, justo enfrente de Antony’s que seguirá manteniendo abierto su restaurante.

La gerente de la empresa, Jepi Corró, lamenta el cierre porque «es una firma histórica y somos como una familia, pero la situación ya no se podía soportar con un negocio que ya había dejado de ser rentable desde hace unos años».

Entre las principales causas del declive de este tipo de negocio que bebía principalmente de las excursiones turísticas organizadas por los touroperadores se encuentra precisamente en que «las agencias ya no ofrecen este tipo de visitas comerciales, cuando hace años hacían parada hasta veinte autocares y las colas para comprar artículos ocupaban las dos cajas que teníamos», relata Corró.

En su momento, la apertura de la autopista hizo mucho daño a estos comercios, ligado al auge de las compras digitales, así como los cambios de hábitos del consumidor. Todo ello ha acabado de hundir unos negocios que hace unos años funcionaban a pleno rendimiento y que además tenían fabricación propia. Jepi Corró también resalta que «ha bajado el poder adquisitivo de los clientes y también hay quien no mira la calidad de los artículos y solo se fija en los precios».

El regidor de Comerç del Ajuntament d’Inca, Miguel Ángel Cortés, cree que «el cierre de estas empresas es una noticia triste, pero también se tiene que ver como un reto para reflexionar y adaptarse a las nuevas tendencias. Tanto Asinca como Antony’s se encuentran en un lugar estratégico comercialmente hablando, con aparcamientos, empresas potentes a su alrededor, y que en breve contará con un nuevo apeadero del tren. Lo que está claro que el formato de venta de turismo de autocar ya está caduco, aunque en Inca sigue habiendo empresas punteras y modernizadas en el sector de la piel como Lottusse, Camper o Carmina». El director general de Política Industrial del Govern, Antoni Morro, también opina que el cierre «es un hecho desagradable» y subraya que «se han abierto una serie de ayudas económicas para comercios emblemáticos y de renovación industrial para paliar el problema». La implantación de un clúster de moda en Inca, petición que ha realizado el alcalde al Govern, podría ser una gran ayuda.