Salvà i Lara utiliza las nuevas tecnologías para acercar la historia a los alumnos. | Redacción Part Forana

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Jaume Salvà i Lara (Llucmajor, 1972) es historiador del arte, profesor de Historia y Geografía, y director del IES Josep Maria Llompart de Palma. A su curriculum profesional hay que añadir su pasión por la escritura y la fotografía. Salvà i Lara a lo largo de 13 años escribió sobre cómic en el suplemento cultural del Diari de Balears, L’Espira. Ha publicado el Diccionari de les arts: arquitectura, pintura i escultura (2003, Edicions UIB) que el año pasado reeditó con el título de Diccionari d’Història de l’Art. Además ahora se ha convertido en youtuber con el canal Glòries Imperials que quiere acercar la historia a los alumnos pero también a gente de todas la edades.

¿Como surgió la idea, la iniciativa, de realizar un diccionario sobre la historia del arte?
— La idea surgió al iniciar la carrera. Teníamos el diccionario de Fullana (Diccionari de l’Art i dels Oficis de la Construcció de Miquel Fullana i Llompart) pero tenía carencias ya que estaba muy enfocado a la construcción. Por ello inicié una ficha con cada palabra. Así, curso a curso, ampliaba aquellas fichas. Al final, hablando con la profesora Mercè Gambús surgió la posibilidad de convertir aquellas fichas en diccionario. Y el año pasado se ha realizado una edición más completa y acurada. Hay más de 100 palabras que son neologismos para la lengua y han sido aceptados por el Termcat.

También colaboró semanalmente con el suplemento cultural del Diari de Balears, L’Espira...
— Fue la sección que duró más. A lo largo de 13 años comenté un cómic relacionando con algún tema de actualidad. Intenté hacer comentarios positivos para acercar al lector a los cómics.

Y ahora se ha lanzado a acercar la historia con un canal en Youtube...
— Sí. Ha coincidido con el cierre de una etapa profesional y la apertura de otra como director del IES Josep Maria Llompart. Todos hemos tenido profesores de historia infumables. Por ello he querido ir más allá del rollo de una hora de clase. Lo que funciona ahora es la imagen y pensé que quería clases con más perdurabilidad. He elaborado capítulos de 9-15 minutos, dirigidos a alumnos de bachiller pero con un carácter divulgativo que puede llegar a todos los públicos. Sin conocer la historia de España es imposible entender el guirigay actual.

¿Se ha convertido en un ‘youtuber’?
— Los alumnos me dicen youtuber pero yo no me considero como tal. Utilizo las redes sociales para dar difusión a los vídeos y de momento he tenido muy buena respuesta. He empezado por el Paleolítico y le he querido dar un tono divulgativo. Son vídeos sin fecha de caducidad. Además, los utilizo como clase inversa. Con un programa informático el vídeo se para y realiza preguntas a los alumnos que si no responden no pueden avanzar y le permite al profesor saber el tiempo de respuesta. Yo lo utilizo en historia pero este tipo de formato es extensible a cualquier asignatura.

¿Y la elección de este nombre para el canal, ‘Glòries Imperials’?
— Obviamente es un nombre irónico. Lo cogí de libros de texto de la época franquista, que querían exaltar la grandeza del imperio en el que nunca se ponía el sol. La idea era crear un contraste entre lo que plantearé en los vídeos y la parodia de lo que era aquello.

¿Como ve la implantación de las nuevas tecnologías en las aulas?
— Ahora prohibir el teléfono móvil en el aula no es sostenible. Con la prohibición no se resuelve el problema. El móvil es un reto. El mundo de los alumnos se entiende mediante estos dispositivos y al entrar al instituto aquello que es parte intrínseca se les prohibe. Considero que es una herramienta multiusos y hay que hacer que conozcan las otras utilidades. En nuestro centro hemos creado divisiones, zonas de colores que marcan el uso del teléfono. Son unas normas de respeto, hay ciertos espacios en los que no se puede utilizar. De momento funciona.

¿Y la tecnología en la educación, en los centros escolares cómo lo ve?
— El problema es la gran inversión que requiere la tecnología y su avance. Los portátiles o las pantallas táctiles ya no se utilizan. Ahora hay proyectos para introducir las tablet y substituir los libros en papel. La tecnología es imprevisible y realmente es un problema. Hoy estás a tope y mañana no. Hasta hace poco utilizábamos el Windows XP.