La Fira d’Alimentació siempre resulta una apuesta segura para atraer al público a una feria. | Curro Viera

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Alcúdia ha disfrutado de nuevo de su gran Fira. Han sido tres días intensos en los que la localidad ha estado lleno de visitantes y locales con ganas de ver lo que les podían ofrecer los más de 150 vendedores que llenaban las calles.

La Fira tuvo su día grande este domingo. Los nuevos aparcamientos que este año habilitó el Ajuntament d’Alcúdia se llenaron por completo e incluso se pudo ver numerosos autocares llenos de turistas. La presencia masiva de estos hizo que el ambiente de esta feria no decayera en ningún momento del día.

Como novedad principal este año, los visitantes no han tenido la oportunidad de visitar el Mercat Romà. En palabras de Bàrbara Rebassa, alcaldesa de Alcúdia, esto se debe a un deseo del consistorio de recuperar la esencia más tradicional de la Fira. Destacó así mismo que este Mercat Romà tendrá en cierta manera continuidad con la organización de una feria posterior dedicada exclusivamente al mundo romano y que tendrá al patrimonio arqueológico del municipio como gran protagonista.

Otra novedad que apuntó Rebassa fue la inclusión de un espacio dedicado a las ONG en la calle Pollentia.

Artesanos

La artesanía estuvo en el centro de esta feria, con un gran espacio en el Passeig Pere Ventayol. Esta promoción de los artículos hechos a mano estuvo además apoyada por la gratuidad de los espacios para estos profesionales.

La ubicación para la Mostra d’Animals, en el Campet de les Ànimes estuvo especialmente cuidada para garantizar el mayor bienestar de las bestias.

La Mostra d’Empreses y la Fira d’Alimentació completaron la oferta de la Fira.