Momento del pleno del Ajuntament de Pollença, presidido por el alcalde Bartomeu Cifre. | Lola Olmo

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El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre Ochogavía (Tots), tendrá dedicación exclusiva y cobrará alrededor de 52.290 euros brutos anuales, repartidos en 14 pagas de 3.735 euros. En el pleno celebrado este martes, el equipo de gobierno formado por Tots per Pollença, Unió Mollera Pollencina (UMP) y PP, aprobó una subida del 40 por ciento del sueldo del alcalde, respecto al que cobraba Miquel Àngel March los últimos cuatro años, que era de 37.700 euros.

Además, la nueva mayoría municipal aprobó un aumento del 33 por ciento del sueldo a los concejales que tendrán dedicación exclusiva, Francisca Cerdà (Tots) y Andrés Nevado (UMP), que cobrarán 46.000 euros anuales; y del 42 para las dedicaciones parciales; por este concepto Petra Buades, también de Tots, cobrará 34.500 euros por una dedicación del 75 por ciento de la jornada. Otro concepto que se aumenta un 40 por ciento son las dietas para los portavoces municipales, y un 20 % para los concejales sin ninguna delegación.

El alcalde justificó este aumento como «una actualización de las retribuciones con respecto a 2007» y recordó que en 2011 se bajó el sueldo un 30 por ciento «porque el Ajuntament estaba en una situación caótica, con una deuda de cinco millones». Tanto Cifre como el concejal del PP David Alonso, reconocieron que Miquel Àngel March se bajó el sueldo otro 10 por ciento más en 2015, pero criticaron esta medida «porque no era necesaria ni por economía ni por imagen».

Aunque los concejales de Junts per Pollença, Alternativa, Unidas Podemos y el PI se verán beneficiados con esta medida, los grupos de la oposición criticaron la cuantía, que consideran desproporcionada. Miquel Àngel March, portavoz de Junts, señaló que «había que actualizar las retribuciones, pero no sospechábamos que fueran a subirse un 40 por ciento de golpe».

Sesiones plenarias

March propuso retirar este punto y consensuar una subida progresiva del seis por ciento anual, «que no escandalizaría a la gente que tiene dificultades para llegar a fin de mes». Tanto March como la concejal de Alternativa, Marina Llobera, consideran «una contradicción que ahora que trabajaremos menos porque ustedes han decidido que haya la mitad de plenos, ustedes deciden que es cuando cobraremos más, sin consultar ni consensuar nada».

March extrapoló esta misma situación a los concejales del gobierno, «que ahora que son muchos y llevarán menos áreas cada uno, cobrarán más». El nuevo equipo de gobierno aprobó que los plenos ordinarios serán ahora cada dos meses, aludiendo a simplificar el trabajo que llevan para los funcionarios. Cifre instó a la oposición a redactar un reglamento de plenos, aunque todos consideraron que la medida aprobada con los votos del pacto entorpece su labor de seguimiento al gobierno «puesto que no habrá tiempo para ruegos y preguntas, ni para que pueda intervenir el público».