El regidor Àngel Garcia con el ingeniero municipal. | Juanjo Roig

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La instalación de unas nuevas tuberías que conectarán los pozos de agua de la finca de es Tancat con el depósito de sa Mina, ambos situados en Lloseta aunque pertenecen al Ajuntament d'Inca, permitirá que esta conducción reduzca las pérdidas actuales en un 15 por ciento.

Está previsto que en un plazo de unas dos semanas se conectarán las dos instalaciones, separadas por unos 1.500 metros de distancia, mediante una tubería de polietileno de alta densidad que sustituirá las obsoletas conducciones con más de treinta años de antigüedad, y garantizar además la disponibilidad de agua en alta (sin tratar). Además, se ha aprovechado la obra para redefinir el recorrido de la conexión que ahora se hará por el camino de Son Tugores y así evitar que pase por fincas particulares. El presupuesto es de 200.000 euros, abonados por el Ajuntament d'Inca.

Con esta medida, junto a las obras que se realizan en los pozos de Son Fiol y la sectorización que se está llevando a cabo en la barriada de Crist Rei, se consolida la disminución de las pérdidas de agua en la ciudad que eran del 50 por ciento a principios de la década y que ahora fluctúan sobre el 30 por ciento.