Personal del jardín botánico y colaboradores, ante el ‘hotel de insectos’. | Lluc Garcia

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El Jardí Botànic de Sóller presentó este miércoles un hotel de insectos una instalación ambiental destinada a facilitar el ciclo biológico de polinizadores y por lo tanto el conjunto de la biodiversidad de un jardín y la interacción de animales con plantas, imitando de alguna manera los refugios preferidos por muchas especies de insectos para su reproducción pero que suelen faltar en los jardines y parques artificiales.

La instalación de esta estructura está enmarcada en un proyecto más amplio destinado tanto a dar a conocer entre los visitantes del jardín la biodiversidad de este espacio naturalizado, como para hacerles descubrir los principales artrópodos polinizadores y la importancia que estos tienen en la conservación de hábitats y especies.

El proyecto viene acompañado de un material didáctico financiado por la Conselleria de Medi Ambient y que ha contado con asesoramiento naturalista y científico externo. La doctora Anna Traveset del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats, especialista en interacciones biológicas, y el naturalista y ilustrador Xavier Canyelles han colaborado en la elaboración de este material didáctico.

El director del Jardí Botànic, Josep Ll. Gradaille, explicó que aunque este «hotel de insectos» responde a un modelo muy difundido en parques y jardines de toda Europa, «este podría ser el segundo que se instala en un espacio público de Mallorca».

Formado por diferentes módulos con cañas, piedras o maderas que presentan orificios y oquedades, se pretende sobre todo proporcionar refugio y lugar de cría a abejas, abejorros, avispas y otros himenópteros y dípteros (principales polinizadores) que serán atraídos a su vez por las flores de plantas sembradas alrededor. Otros pequeños invertebrados como mantis, cochinillas o incluso caracoles pueden encontrar refugio, ser observados y permitir estudiar sus costumbres, favoreciendo a la vez el equilibrio ecológico de todo el jardín.