La justa medieval a las puertas del Ajuntament sorprendió y atrajo a numeroso público en la mañana de este domingo. | Elena Ballestero

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La idea de crear una feria medieval en Inca surgió hace ya más de una década cuando las ferias temáticas de época eran aún una insólita rareza en la oferta ferial de la Part Forana de Mallorca. Pero el fenómeno se extendió, tanto que amenazaba con morir de éxito.

La Fira Medieval se convirtió en la Fira de Época y más recientemente en la Fira de l’Art. La clave para mantener el éxito pasa por combinar la estética medieval que captó en sus inicios la atención de inquers y foráneos con un plus de espectáculo transformando la ciudad en un circo al aire libre, apto para todos los públicos.

Bambú, Es Cirquet y Nòmedes han sido los tres grandes estrenos entre los espectáculos circenses programados este fin de semana. Las justas medievales en la plaza del Ajuntament, los talleres familiares del Circ Bover en la plaza de sa Quartera y los pasacalles por toda la zona peatonal contribuyeron durante todo el fin de semana a hacer de la Fira de l’Art una muestra dinámica.

Diseño y gastronomía

Por segundo año consecutivo el Ajuntament apostó además por diversificar la tercera feria incorporando la segunda Mostra de Cuines del Mon en la Plaça Mallorca (afeada por la lluvia) y el Rata Market, con venta de productos artesanos únicos y actuaciones musicales en el Claustre de Sant Domingo.

Entre las novedades de este año cabe destacar también la Fira del Disc en la Plaça de Santa Maria la Major, algo escasa en la jornada dominical

Los inquers despiden con la Fira de l’Art el programa de las tres ferias previas al Dijous Bo. El próximo fin de semana toca descansar y reponer fuerzas para el día grande: el 16 de noviembre.