Los vecinos de es Port des Canonge, junto con el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, después de la reunión con los técnicos de Abaqua y Medi Ambient del Consell. Ellos quieren que se dé una solución a un problema que arrastran hace muchos años. | Antoni Martín

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Los vecinos del Port des Canonge, en Banyalbufar, están indignados después de más de quince años de vertidos de aguas residuales al mar, unas aguas que se filtran de los pozos negros y descienden por una canaleta al borde del camino que desciende a la playa. Y todo esto porque después de catorce años de intentos fallidos aun no han conseguido que se construya una depuradora, a pesar de contar ya con la red de alcantarillado necesaria para ello.

El proceso para construir la estación se inició hace catorce años, pero se topó con el inconveniente de que se trata de una zona incluida en la Xarxa Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario desde el año 2005. Además, está protegido por hallarse en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) como zona de uso compatible del paraje natural de la Serra de Tramuntana.

Frente a esto se estudiaron otras alternativas que este martes fueron tratadas en una reunión con técnicos de Abaqua y Medi Ambient del Consell. Una de ellas se encuentra en la zona urbana, en el lugar en el que ya hay edificaciones y está habitada, lo que representa un serio inconveniente. También se ha descartado otro solar porque, pese a reunir las condiciones precisas para ello, se encuentra en el término municipal de Valldemossa. En cualquier caso, todas las alternativas a la primera opción, la que no permite la normativa de protección y las propias Normas Subsidiarias de Banyalbufar, tienen el serio inconveniente de tener que contar con una bomba impulsora, al hallarse en lugares más elevados. Esto requeriría un mayor mantenimiento y viajes constantes de camiones.

El último intento del Consistorio presidido por Mateu Ferrà (PI) ha sido el de que fuera aceptada por la Comissió de Medi Ambient una modificación de la normativa urbanística que permitiera el uso de depuradora en el solar previsto inicialmente. Pero esta propuesta fue descartada en mayo pasado con un informe desfavorable. El alcalde Ferrà señalaba que una estación de bombeo para las aguas residuales en esta zona es «una barbaridad».