La impulsión desde el mar hasta el pueblo podría disparar los costes. | T. VIBOT

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El Ajuntament de Deia está estudiando la construcción de una desaladora cerca de la Cala de Deià para solucionar la falta de agua que sufre el pueblo durante el verano cuando se ve obligado a transportarla en camiones cisterna para poder abastecer la red.

La construcción de una desaladora para este municipio de la Serra ya se pensó años atrás pero se descartó por motivos técnicos y económicos. No obstante, la alcaldesa, Magdalena López (Junts per Deià), lo ve «una solución» y ya ha encargado un anteproyecto a la empresa adjudicataria del servicio de aguas.

Según López, «el coste actual de esta instalación lo desconocemos pero hace unos 10 años era de aproximadamente un millón de euros». Admite que el problema de las desaladoras es su mantenimiento y el hecho de que no sólo pueden funcionar durante los meses de demanda sino que deben hacerlo de forma continua.

También hay que tener en cuenta el coste de la impulsión ya que Deià está a varios cientos de metros por encima del nivel del mar. Aún así cree que «debemos explorar esta posibilidad para acabar con la falta de agua ya que los recursos propios no bastan».