La base de hirdoaviones del Port de, inaugurada durante la República, se mantuvo fiel al Gobierno legítimo. | Redacción Local

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Pollença da nuevos pasos para restituir la memoria y la diginidad de los republicanos represaliados después del golpe de Estado franquista del 36. En este sentido, el Ajuntament aprobó este jueves expresar su apoyo a la llamada querella argentina –la causa criminal abierta por una juez de Buenos Aires contra la conculcación de los derechos humanos durante el franquismo– y a la ley balear de fosas recién aprobada. El Consistorio también presentará denuncia «para las personas de Pollença [...] víctimas de crímenes contra la humanidad» e impulsará la creación de una comisión que censará los pollencins represaliados.

Desde la restauración democrática, Pollença ha normalizado el callejero, ha eliminado los monumentos a los fascistas y ha declarado al exalcalde republicano (P. J. Cànaves, en la foto), fusilado, Hijo Ilustre. «Ahora pretendemos dar un paso más: que se haga justicia», indicó Marina Llobera, portavoz de Alernativa.

Pollença fue uno de los municipios más golpeados por la represión fascista. Pere Salas, profesor de Historia en Universitat y caoautor de La guerra civil a Pollença, explicó que se estima que se fusilaron y asesinaron 26 republicanos y que cerca de 150 fueron condenados a penas de cárcel.

La propuesta, presentada por Alternativa, obtuvo el apoyo de los partidos excepto del PP, cuyo único regidor se abstuvo.