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Un equipo de operarios del Govern taló ayer por la mañana seis de las palmeras ubicadas en primera línea del paseo de Cala Bona, acordonadas desde hacía unos 15 días por parte de Ports de les Illes Balears, para garantizar la seguridad viaria. La decisión fue tomada en una reunión mantenida entre los técnicos de la Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient i Territori y los responsables de Ports, tras el accidente ocasionado por la caída de una de las palmeras hace unas semanas. La alarma vecinal ante el temor de posibles nuevas caídas de palmeras ha provocado esta situación.

Desde las nueve de la mañana, y a lo largo de tres horas, los operarios del Govern llevaron a cabo las labores de tala y limpieza de la zona. Las catas realizadas en el momento demostraron su buen estado de salud pero fueron retiradas ante una posible amenaza a la integridad de los viandantes al ser susceptibles de ser derribadas por el viento.

De este modo, se descartó que estuvieran enfermas de picudo rojo como había indicios en los informes.

Solución

Para abordar la situación, el Ajuntament de Son Servera y Ports de les Illes Balears se reunirán al finales de la temporada para decidir qué se plantará en el lugar que ocupaban estas seis palmeras del paseo de Cala Bona.

Desde el Consistorio serverí se decantan por tamarindos, árboles autóctonos de la zona. Los técnicos de la empresa pública redactarán un proyecto en este sentido.