Atención: No se han detectado etiquetas IPTC. JUAN PUIGDORFILA, PRESIDENTE DE LOS REGANTES DE CONSELL

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Solamente entre un 20 y un 30 por ciento del agua depurada y almacenada en balsas para riego se aprovecha, el resto va a parar a los torrentes y al mar. La Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient i Territori del Govern de les Illes Balears, reunió recientemente a las comunidades de regantes de Mallorca para pedirles que incentiven la incorporación de nuevos usuarios con el objeto de aprovechar adecuadamente estas infraestructuras en las que en la última década se han invertido cantidades millonarias.

La comunidad de regantes de Consell es la que tiene un menor número de usuarios en la Isla. Con solo 16 asociados tiene autorizado el riego de 150 hectáreas de las que 100 corresponden a la finca del presidente de esta entidad, Juan Puigdorfila, que fue quien vendió al Govern en 2009 por 300.000 euros los terrenos necesarios para construir la balsa. La balsa de riego de Consell ha costado casi cinco millones de euros. Ha sido la última en unirse a la red.

Es sólo un ejemplo de la política de aprovechamiento de aguas depuradas de las Illes. A diferencia de lo que ocurre en la Península, en Mallorca apenas hay agricultura extensiva, la mayoría de regantes trabajan con pequeñas parcelas por lo que si han de asumir el coste de las conexiones y la adecuación de sus sistemas de riego, la compra de agua depurada no resulta tan atractiva.

Ha habido algunos intentos de aprovechar el agua depurada en la limpieza y red de sanitarios de la planta hotelera pero tampoco han cuajado. Es el caso de Alcúdia, donde el Ajuntament invirtió la pasada legislatura 1,5 millones de euros en realizar las canalizaciones necesarias para reutilizar el agua depurada en las zonas verdes y baños de 15.000 plazas hoteleras. El sistema no ha llegado a entrar en funcionamiento porque supera el nivel de sal que permite la ley.

En el caso de la balsa de riego de Consell, los regantes reciben el agua en precario desde julio, a la espera de que funcione el contador eléctrico. El presidente de los regantes, Juan Puigdorfila, explica que los regantes pagan una cuota fija mensual que oscila entre los cinco y los 10 euros, dependiendo del consumo y una cuota de entre 0,21 y 0,3 céntimos por tonelada. El agua de la red municipal de Consell cuesta entre 1,50 y 1,20 céntimos por metro cúbico por lo que la diferencia de precio debería ser en principio un atractivo. «El problema es que los pequeños que puedan estar interesados y no formaran parte del proyecto desde el principio tendrían que pagar sus acometidas, es complicado», dice Puigdorfila.

¿Cuál es entonces la solución? El presidente de los regantes de Consell, Juan Puigdorfila, solicitó durante la reunión con el conseller Company que el Govern subvencione a fondo perdido la reconversión de los cultivos de secano en regadío o bien que negocie con los bancos para que les den créditos blandos.