Torres y Soler colgando el primer cartel del PP en la campaña electoral de 2011.

Torres y Soler colgando el primer cartel del PP en la campaña electoral de 2011. | Mercedes Azagra

M. Nadal /A.P.Inca14/02/14 0:00
TW
3

«Como alcalde, a Cristófol Soler estoy dispuesto a ofrecerle el número 1 de la lista», declaró ayer Rafel Torres, el alcalde de Inca. Torres, que no quiso reconocer abiertamente a este periódico haber ofrecido a Soler el puesto de número dos en la lista electoral del PP de Inca en vista a las próximos comicios, sí se deshace en elogios hacia el expresident.

«Es una persona muy activa a nivel local. Siempre participa en las reuniones de las juntas, dice lo que piensa, suma y no crea conflictos», aseguró Torres. «Tiene las puertas abiertas, si lo quiere, para ser lo que quiera», insistió el alcalde.

El contexto político y las circunstancias actuales pueden arrojar algo de luz respecto a la oferta de Torres a Soler. Por una parte, se debe tener en cuenta la desafección que el nulo talante regionalista de Bauzá ha provocado entre algunos militantes de la Part Forana. En este sentido, Soler representa lo contrario de Bauzá: compromiso con la lengua propia, liberalismo moderado, etcétera.

Aunque Torres asegura que el PP inquer (una agrupación de tradición regionalista), no ha perdido la confianza de los votantes moderados sino que «los ha afianzado», lo cierto es que el proyecto de Bauzá puede parecerles poco atractivo, y el nuevo partido de Pastor, Font y Melià, que quieren arrancar con fuerza en Inca, podría arrebatarle a Torres esos votos. El posible fichaje de Soler neutralizaría el transvase. El alcalde Torres ya ha hecho algún que otro gesto en este sentido, como declarar la senyera símbolo de interés local.

Torres vs. Rotger

Por otra parte, se debe tener en cuenta la guerra -en stand by actualmente- entre Torres y el exalcalde Rotger. Ganándose la confianza de Soler, Rafel Torres se apunta una batalla importante.

Veremos cómo responde finalmente el expresident a la oferta de Torres. Hace unos meses, Soler dijo que «ni me planteo» regresar a la primera línea política. Estando ausente, sin embargo, está muy presente.