Xisco Martorell toma posesión del cargo junto a Guillén Crespí, | Antoni Pol

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La crisis política que abrió Guillem Crespí (PP) al dimitir como alcalde de Santa Eugènia quedó ayer definitivamente zanjada con la toma de posesión del nuevo primer edil, Xisco Martorell. Martorell prometió «seguir haciendo la misma política» que su antecesor: «el relevo no es un punto y aparte, sino un punto y seguido», proclamó.

La regidora Jaqueline Volait, que asumió interinamente la Alcaldía tras la renuncia de Crespí, presidió el pleno. Únicamente presentó candidatura a alcalde Xisco Martorell, que fue apoyado por los ediles del PP. La oposición no votaó en contra, sino que se abstuvo.

En su discurso de investidura, Martorell se deshizo en elogios hacia su antecesor. «Podré alardear de haber sustituido al mejor alcalde de la historia de Santa Eugènia», «deja el listón bien alto», dijo. Crespí formalizó su renuncia hace tres semanas alegando «motivos personales»; sin embargo, varias voces del Partido Popular han indicado que la crispación derivada de la implementación del TIL también habrían influido en la decisión del exprimer edil.

Oposición

Cuanto a la oposición, el nuevo alcalde les pidió «diálogo, respeto y trabajo en favor del pueblo». A su turno, el portavoz de Més per Santa Eugènia, Antoni Coll, habló de «la pluralidad» de la población de la localidad y reclamó amablemente a Martorell talante democrático. «Tu serás un alcalde diferente porqué sabes lo que es estar en la oposición. Sabrás ponerte en nuestro lugar», manifestó Coll, que asimismo vaticinó que el nuevo alcalde «lo hará muy bien», Miquel Àngel Coll, del PSOE, se expresó en términos similares. Pidió a Martorell que «fomente la participación» de los demás grupos en la toma de decisiones.

En este pleno también tomó posesión del cargo de edil Gaspar Villalonga, el regidor que sustituye a Guillem Crespí. Gestionará la cartera de Juventud.