El Ajuntament de Selva declara que todos los empleados trabajan cara al público. | Maria Nadal

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El Ajuntament de Selva, gobernado por el Partido Popular por mayoría absoluta, continuará exigiendo conocimientos de lengua catalana a prácticamente todos sus empleados.

Según figura en la relación de puestos de trabajo (un documento administrativo de carácter interno con el que trabajan los ayuntamientos), en 17 de los 20 puestos relacionados se conserva el requisito de catalán. Es el caso del secretario, del jefe de servicios jurídicos, del jefe de urbanismo, del celador, del tesorero, etcétera. Únicamente el oficial de mantenimiento, los operarios de mantenimiento y los limpiadores quedarán eximidos de acreditar su conocimiento. Pero el encargado de la brigada de mantenimiento lo tendrá que saber.

Municipio pequeño

«Selva es un municipio pequeño y la mayoría de los empleados municipales trabajan de cara al público. Reciben consultas [por parte de los ciudadanos] directas», explicó el alcalde de Selva y vicepresidente del Consell de Mallorca, Joan Rotger. De hecho, para poder mantener el requisito el Consistorio ha tenido que declarar que todos los puestos de trabajo son «de atención al público». La Ley de Función Pública, la que el Parlament modificó (con los únicos votos del Partido Popular) con el propósito de que el catalán dejara de ser necesario para trabajar en la Administración, contemplaba que a los funcionarios que hablasen directamente con los ciudadanos se les conservara el requisito.

Podría afirmarse que el Ajuntament de Selva ha imitado el modelo inquer : se exige el catalán a todos excepto a los trabajadores de la brigada. Varios consistorios del PP han aplicado esa misma fórmula. Otros, de izquierda, mantienen el requisito como antes. Y Consell y Govern lo piden en pocas plazas.