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El jardín del museo Can Prunera lleva desde ayer el nombre de Javier Mayol Mundó, que fue presidente de la centenaria compañía Ferrocarril de Sóller desde el año 2002 hasta el 2007, cuando falleció en un desgraciado accidente de circulación. Casi seis años justos después de su muerte, el Tren de Sóller y el Patronato de la Fundación Tren de l'Art rindieron ayer un sentido y emotivo homenaje al que, sin duda, fue el artífice de la nueva etapa de la empresa ferroviaria.

Así lo recordaba su propio hermano, consejero delegado del Ferrocarril y director de Can Prunera, Santiago Mayol, ante un numeroso público, refiriéndose al homenajeado como «un empresario con una visión del mundo poco habitual, por el que siento gran admiración, no solamente fruto del vínculo fraternal, sino de haber tenido la oportunidad de trabajar con él y de seguir su maestría».

En relación a su impulso a la compañía y a la fundación Tren de l'Art, que preside desde su creación Pere A. Serra, Mayol aseguró que «Javier era un aventurero avanzado a su tiempo y entendió que el Tren no era sólo un medio de transporte, sino un emblema para Sóller y para Mallorca».

Por su parte, Pere A. Serra remarcó que «Javier estará siempre vivo en nuestra memoria y en su obra ya que consiguió reflotar una empresa emblemática y darle un impulso decisivo muy importante para esta ciudad».

Al acto asistió la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, así como los alcaldes de Sóller y Fornalutx, Carlos Simarro y Joan Albertí, y en representación del Govern, la directora general de Coordinación, Pilar Cortés.

Maria Salom, juntamente con la madre de Javier Mayol, Montse Mundó, descubrió finalmente la placa que recordará a este emprendedor en el jardín de Can Prunera, una de las realizaciones del Ferrocarril que él contribuyó decisivamente a hacer realidad.