Protestas en la corrida de toros de Alcúdia.

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La plaza de toros de Alcúdia acogió ayer por la tarde con motivo de las fiestas patronales, dedicadas a Sant Jaume, un atractivo festival taurino que hizo las delicias de un público que se volcó con el espectáculo.
El cartel estaba compuesto por los diestros Enrique Ponce, de Chiva (Valencia), Curro Díaz, de Jaén y Diego Silveti, de Irapuato (Méjico). Se lidiaron seis novillos más el sobrero, del ganadero Sancho Dávila.
La tarde fue de menos a más. Ponce realizó sus tres tandas con mucha corrección, exhibiendo una técnica ciertamente magnífica; sin embargo, precisó de tres intentos para matar al primero, y la estocada resultó algo tendida y trasera. En el cuarto, el valenciano mejoró el remate y cortó dos orejas.
El andaluz Curro Díaz también necesitó dos intentos para matar el segundo novillo de la tarde. Sin embargo, la estocada fue tan perfecta que acabó cortando dos orejas y vuelta al ruedo. En el quinto cortó otra oreja. El diestro jienense se distinguió por su notable estética, lo que entusiasmó a los aficionados.
El público disfrutó con la actuación del mejicano Diego Silveti, cuya edad todavía no alcanza los treinta. Comenzó muy bien, cortando dos orejas y vuelta al ruedo y con un sector de la grada pidiendo el rabo, que no fue otorgado. En el sexto cortó otra. Cabe interpretar que la entrega del público hacia el mejicano se debe a su variedad de recursos en el toreo.
El sobrero
La tarde llegó al clímax con el sobrero, que fue toreado por los tres diestros, aunque lo matara Ponce. Dos orejas y rabo y vuelta al ruedo al novillo.
Presidió el festejo el concejal Mateu Salort, acompañado de Jaume Soler como asesor artístico e Iván Plasencia como asesor veterinario.
La plaza no se llenó, pero se ocuparon casi tres partes del aforo. En general, muchos alcudiencs y algún que otro turista. Se podría destacar una peña ubicada en el sol que no paró de animar durante la tarde, así como la banda de música local. La gente lo pasó ayer bien.