El antiguo Palau dels Reis de Mallorca, un elemento patrimonial de la villa de Sineu. | Margalida Ramis

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El Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears ha requerido al alcalde de Sineu que deje «sin efecto» la aprobación inicial del catálogo de patrimonio porqué, además de otras razones, «no resulta válido desde el punto de vista legal». El alcalde, Pere Joan Jaume (PP), se mostró tranquilo sobre la cuestión y mantuvo que «no hay ningún problema».

Como hace con los demás municipios, el Col·legi d'Arquitectes ha hecho también alegaciones al catálogo de patrimonio de Sineu, aprobado de forma inicial por el pleno a principios de junio. El COAIB realiza dos alegaciones: en la primera expresa sus dudas sobre el título del documento (si se trata de un catálogo de patrimonio o de bienes patrimoniales) y sobre su alcance.

Legislación

La segunda alegación expone que el catálogo «no ha sido firmado por ningún técnico» cuando lo ley así lo indica. Por eso dicen que no se ajusta a la legislación. «A la vista de las graves carencias indicadas, entendemos que no procede entrar a analizar los contenidos del expediente», dicen, y solicitan al alcalde que deje sin efecto su aprobación. Asimismo, le piden que responda a sus alegaciones.

Sineuers Independents, en la oposición, dijeron que solicitarán una copia de la respuesta del alcalde al tiempo que advirtieron que, en caso de tener que aprobar de nuevo el catálogo por haber incumplido la legalidad vigente, «exigiremos responsabilidades técnicas o políticas». Hay que recordar que es la tercera vez que el Consistorio aprueba inicialmente el catálogo de patrimonio. Lo hizo ya en 2002 y en 2010. El alcalde restó importancia a las alegaciones del Col·legi d'Arquitectes y aseguró sentirse muy tranquilo. «No es nada grave», indicó, y en breve dará explicaciones más concretas.

El catálogo de patrimonio ha sido objeto de debate político en Sineu. En el pleno en que se aprobó, Independents cuestionó varios aspectos técnicos, como el hecho de que se llamara sa Mola al edificio de sa Farinera. Sa Mola es el nombre del último bar que estuvo ubicado allí.