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El cierre inesperado de la piscina municipal de Inca los domingos por la mañana, sin contar con la autorización del Ajuntament, ha provocado numerosas quejas entre los usuarios.

Así lo denunció el portavoz de Més, Antoni Rodríguez, al señalar que «se trata de una decisión unilateral por parte de la concesionaria de la que ni tan siquiera se había informado a la regidora del equipo de gobierno municipal».

A la parecer, el cambio en el horario matutino de las jornadas dominicales se realizará todos los domingos durante un plazo de cuatro meses, una situación que viene a sustituir la parada técnica obligatoria de 15 días que se practica durante el mes de septiembre, según fija en el convenio.

Rodríguez señaló que «por nuestra parte si la concesionaria nos explica la situación y la justifica, tal vez podemos estar de acuerdo con este cambio, pero no se puede tomar la decisión de manera unilateral y sin haber pasado por el Institut Municipal d’Activitats Fisiques (IMAF), que es quién debe decidir sobre los posibles cambios».

Es por ello que ahora los nacionalistas también han reclamado una reunión de la comisión de seguimiento tras sobrepasarse el plazo acordado para convocar las reuniones. El convenio actual de la piscina data del 2004.