El alcalde Jaume Bauçà (PP) explicó que las cuentas dejan a la mínima expresión la empresa municipal Murta, que ha pasado a tener una asignación de 422.100 euros en 2012 a tan solo 40.000 en 2013. La absorción de sus empleados por parte del Ajuntament ha supuesto un aumento del capítulo de personal que ahora se sitúa en 819.000 euros.
En materia de inversiones, Bauçà lamentó que por la actual situación económica sólo se puedan destinar 36.500 euros para señalizaciones u otros conceptos.
Críticas
La deuda del Consistorio se redujo en 139.935 euros durante el pasado ejercicio. Así, los montuïrers deben en la actualidad 4.116.000 euros a las entidades financieras.
Por su parte, Joan Verger (PSM) criticó que los presupuestos estuvieran vinculados a leyes estatales de austeridad y anunció su voto en contra. Además criticó la creación de una plaza nueva de arquitecto, a lo que el alcalde aclaró que se trataba de un mismo puesto que antes era de auxiliar administrativo. El portavoz del PSOE, Guillem Mas, calificó las cuentas como de «supervivencia» y lamentó que «no hayamos podido ayudar en su elaboración».
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