Alrededor de las 11 h., la comitiva de carrozas y mascotas llegó al Born y delante del Portal Major de la Parroquia de Sant Miquel se realizaron las Beneïdes. | P. Pellicer

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Las primeras Beneïdes de Sant Antoni llegaron ayer a Cas Concos y Llucmajor. Los vecinos de ambas localidades disfrutaron de los desfiles tradicionales de carrozas y los animales recibieron la bendición de su patrón. El tiempo concedió una tregua y el sol lució a la hora de empezar las Beneïdes.

En Cas Concos (Felanitx) dos carrozas, ‘Ximbombada’ y ‘Sant Antoni adoba un enterrossal’ con la participación de un buen grupo de niños fueron las protagonistas de esta celebración donde no faltaron las gloses en referencia a Sant Roc, el santo que en octubre fue robado a la iglesia de Cas Concos y devuelto bajo secreto de confesión hace unas semanas.

Completaron el desfile un grupo de caballos, perros y otros animales que recibieron la bendición del rector Bartomeu Fons. La escalinata de la iglesia y sus alrededores se llenaron de gente.

Llucmajor también celebró sus tradicionales «beneïdes» que empezaron con la concentración de la carrozas de la Escoleta d’Infants Sa Cuna y del Colegio de Nostra Señora de Gracia, con niños y niñas vestidos de dimonis i pagesos, junto con la Associació de Ball Dit i Fet y los alumnos de l’Escola d’InstrumentsTradicionals Capocorb en el Passeig de Jaume III. Después se inició el desfile presidido por Els mateixos de sa música y detrás de ellos Sant Antoni con los dos dimonis a su lado, seguidos de las carrozas, carricoches, carros y jinetes con sus caballos, alrededor de unos cincuenta.

Delante del Portal Major de la parroquia de San Miquel tuvo lugar el ya tradicional Ball de Sant Antoni. Acto seguido se llevaron a cabo las Beneïdes que se caracterizaron por la diversidad de las mascotas entre ellas: canarios, periquitos, tortugas de agua, hurones, ovejas y como no, perros de todo tipo de razas.