Imagen del alcalde de Llucmajor (centro) en el transcurso de un pleno del Ajuntament. | Teresa Ayuga

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Mantener los servicios públicos básicos e intentar minimizar la presión fiscal sobre los contribuyentes son las líneas maestras que vertebrarán los Presupuestos municipales para el ejercicio 2013 que están elaborando los servicios económicos del Ajuntament de Llucmajor.

El alcalde llucmajorer , Joan Jaume Mulet (PP), adelantó ayer a este diario que el Consistorio está buscando fórmulas presupuestarias para mantener abierta la residencia de la Tercera Edad e intentar rebajar al máximo la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), tal y como marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria. La idea de Jaume es evitar el incremento del 22 por ciento que marca la normativa, dejándolo a la mitad o, incluso, no aplicar subida alguna.

Para reducir el déficit que arrastra el centro geriátrico, el Ajuntament estudia una modificación de las tasas y la creación de una ordenanza mediante la que los residentes poseedores de bienes patrimoniales puedan poner parte del mismo a disposición del organismo que gestiona el centro.

Claustro

El equipo de gobierno del Consistorio también pretende sacar rendimiento de las instalaciones del claustro de Sant Bonaventura mediante la creación de otra nueva ordenanza que contribuya a financiar parte de su mantenimientos. De esta manera, la utilización de sus salas y espacios dejará ser gratis total. Por otra parte, Joan Jaume Mulet tiene previsto iniciar en breve conversaciones con los funcionarios municipales y los trabajadores de la empresa pública Llemsa con el objeto de empezar a aplicar el nuevo horario laboral de 37,5 horas semanales.

Antes de aprobar el presupuesto de forma definitiva, el Ajuntament deberá enviar un borrador al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, según marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria.