Francesc Morell (PSM), en una imagen de archivo en la carretera de acceso a Campanet en la anterior legislatura.

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El alcalde de Campanet, Joan Amengual (PSOE), investiga si hubo irregularidades en la compra de asfalto y bactericidas a tres empresas de la Península durante la legislatura pasada cuando el PSM gestionaba el área de Mantenimiento. Así lo explicó Amengual durante el último pleno ordinario celebrado el lunes por la noche a raíz de una pregunta del portavoz popular Miquel Pons quien sospecha además que «algún regidor pudo recibir regalos, quién sabe si trajes, de la empresa a la que le compró el asfalto».

Los hechos que están siendo investigados se remontan a los años 2008, 2009 y 2010. En dicho periodo, el Ajuntament adquirió botes de asfalto, bactericidas y gel a tres empresas aparentemente vinculadas entre sí por un valor de 25.000 euros.

El portavoz del PSM, Francesc Morell, achaca las acusaciones a «una campaña de desprestigio orquestada por el PSOE y el PP que mantienen un pacto de gobierno encubierto con el objetivo de acabar con el PSM».

Morell niega haber recibido regalos, asegura tener «la conciencia tranquila» y justifica las compras a las empresas de la Península «porque precisamente los precios eran más baratos que los que nos ponían las empresas de Campanet».

Amengual y Pons aseguran que el Ajuntament compró los botes de asfalto «a 5,10 euros el kilo cuando el precio real era de 0,77 euros».

En su momento, las facturas fueron aprobadas en comisión de gobierno con el voto favorable de PSM, PSOE y PP. «Cuando comenzamos a hacer preguntas, porque sospechábamos, dejaron de traer las facturas un tiempo», dice ahora Miquel Pons. El portavoz del PP explica que «parece que llamaron de la empresa pidiéndole explicaciones al Ajuntament porque ha dejado de comprarles el producto y hablaron de que habían hecho regalos». Pons investiga ahora si regidores del PSM han recogido «regalos» en grandes almacenes de la Isla.

El enfrentamiento entre los exsocios de gobierno del PSOE y del PSM ha ido en aumento desde la expulsión de estos últimos del gobierno municipal hace ahora ocho meses y la tensión se hace especialmente patente en los plenos. El del lunes no fue para menos.

PSOE y PP anularon con sus votos un acuerdo anterior que permitía a propuesta del PSM que los funcionarios municipales siguieran cobrando la paga extraordinaria de Navidad pese a las órdenes del gobierno central. Tras la aprobación de la moción del PSM con la abstención del PP en septiembre, la Delegación de Gobierno y el Govern les había enviado un requerimiento para que rectificaran el acuerdo que se había probado con un informe contrario de Secretaría.