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El conseller d'Educació i Cultura del Governbalear, Rafel Bosch, inauguró ayer el nuevo colegio de Sineu acompañado por el director general de Planificació i Centres, Guillem Estarellas, y el alcalde de Sineu, Josep Joan Capó. El colegio Rodamilans ha sido una gran reivindicación de la comunidad educativa durante años y se estrenó este año durante el inicio de curso.

Aunque durante el acto institucional reinó la calma y sólo se vieron camisetas reivindicativas en contra de los recortes en educación que lucieron algunos docentes, Estarellas ordenó la retirada de un lazo en favor del catalán de la fachada del colegio que se había colocado ayer mismo justo antes del inicio de la visita del conseller Bosch.

Después de esta anécdota, los políticos dieron inicio al acto durante el que el director del centro, Arnau Mateu, destacó que «se han cumplido los deseos de la comunidad educativa de Sineu y se han paliado las deficiencias que padecíamos en el antiguo colegio de Sa Graduada».

Para Bosch también fue una satisfacción poder inaugurar el colegio que se empezó a construir durante la legislatura pasada. Los miembros de la oposición no asistieron al acto por haber sido invitados «demasiado tarde».

El colegio tiene una capacidad para 450 alumnos ya ha costado 3.750.938 euros.