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El pleno celebrado ayer en Sóller en el que se tenía que debatir, entre otros temas, una moción conjunta de la oposición sobre la polémica de la videocámara de vigilancia «camuflada» que «espiaba» un párking, no satisfizo ni a la oposición ni al público. El Partido Popular se negó a votar la propuesta presentada por la izquierda para que el alcalde, Carlos Simarro, convocara una reunión del Foro Ciudadano de la Agenda Local 21 (una herramienta de participación prevista por la normativa municipal para dar cuenta de temas importantes) para explicar «públicamente» todo lo relativo a este asunto o, que avalara la «legalidad» de la «investigación secreta» de la que anteayer el propio Simarro se «responsabilizó».

Bien al contrario la postura del PP, defendida por el propio alcalde, no hizo más que alimentar nuevas dudas sobre la legalidad de esta actuación por mucho que Simarro insistiera, sin aportar ningún dato nuevo, de que todo el proceso se había llevado a cabo «dentro de la más estricta legalidad, en secreto y por parte de profesionales», llegando a mencionar directamente a la policía a su mando. El alcalde se contradijo de nuevo al afirmar que «este tema continua en marcha y es una investigación reservada» mientras que el día anterior había afirmado que el plan «se había suspendido» a raíz de la «intromisión» del colectivo Albaïna. Afirmó también que «cuando sea el momento todo se explicará».

Desde la oposición Miquel Gual (Entesa), le dijo a Simarro que «lo que se desprende de sus declaraciones a la prensa es que mintió usted, el jefe de policía y el responsable de la ORA ya que el propio Ajuntament realizó la actuación que negaron conocer».

Catalina Esteva (Progressistes) y Josep Lluís Colom (PSOE) exigieron de nuevo «una explicación de las causas, lugares, temporalización y procedimiento utilizado en el supuesto plan» y anunciaron que «nos veremos obligados a forzar legalmente un Pleno extraordinario sobre este asunto».