Miembros del GOb, en la playa de Sa Ràpita. | G. Alonso

TW
47

El GOB ha denunciado hoy que el hotel proyectado en sa Ràpita tendría un consumo de agua equivalente al de todo el municipio de Ses Salines, con más de 4.000 habitantes, y ha advertido de que la depuradora existente es «insuficiente» y el Ejecutivo no tiene previsto ampliarla ni instalar una nueva.

La organización ecologista ha asegurado en un comunicado que el agua es uno de los principales problemas que se derivarían de la construcción del complejo turístico, que además tiene previsto incorporar un campo de golf, ya que provocará un elevado consumo de agua y puede suponer la contaminación de los acuíferos.

El GOB ha recordado que el municipio de Campos sufre un régimen general de falta de lluvias anuales, con menos de 400 milímetros por año, que es considerado por los expertos como clima mediterráneo de tipo semi-árido.

Ante esta situación, el GOB advierte de que se calcula que las necesidades de riego de un campo de golf de entre 20 y 30 hectáreas como el que se pretende realizar en Son Durí superan los 250.000 metros cúbicos anuales, el equivalente al consumo doméstico de más de 4.000 personas, las mismas que residen en el municipio de Ses Salines.

El GOB considera «absolutamente desaconsejable» promover instalaciones de este tipo en unas islas donde el agua es un recurso tan escaso y ha añadido que la utilización de aguas residuales de alto contenido salino y orgánico para regar el césped podría ocasionar la contaminación de los acuíferos.

El próximo 13 de agosto se pondrán a la venta las entradas para el espectáculo titulado «Salvem sa Rápita: tot està en joc» y en el que participarán destacados artistas de Baleares que se unen a la lucha contra «esta nueva oleada de destrucción de territorio, espacio y valores naturales», según ha informado la organización ecologista.
El 6 de septiembre se celebrará el «festival-denuncia» contra las actuaciones del presidente del Govern, José Ramón Bauzá, en materia urbanística y territorial de las que el «macro-hotel» de Sa Rápita «se ha convertido en un símbolo».