Imagen del pleno celebrado ayer a las 8 de la mañana, en el que hubo los esperados reproches. | G.M.

TW
25


El Ajuntament de Campos ya ha dado el primer paso para que el futuro hotel de cinco estrellas proyectado en Son Durí, junto al club náutico de sa Ràpita, pueda comenzar a construirse antes de dos años y que será llevado ante los tribunales por la coalición Campos pel Canvi.

El pleno aprobó con los votos del pacto PP y +Acció una modificación de las normas subsidiarias de la zona afectada para que sean adaptadas al Plan Territorial de Mallorca (PTM) y permitan la ejecución de dicha iniciativa empresarial que prevé 1.200 plazas turísticas y un campo de golf.

Campos pel Canvi (PSM–Entesa–PSOE), en la oposición, votó contra esta decisión alegando que la declaración de interés autonómico de este proyecto por parte del Govern y la medida adoptada ayer por el pleno, «modifican la ley para que se pueda llevar a cabo el complejo turístico» según manifestó su portavoz Joan Juan.

Estas acusaciones volvieron a abrir la caja de los truenos y el equipo de gobierno, por boca de su primer teniente de alcalde Guillem Ginard (+Acció), y Joan Juan se volvieron a enzarzar en argumentos repetidos por ambas partes durante los últimos meses y sin cambiar el guión.

Juan denunció que el Consell de Mallorca «ha ‘corregido' la densidad de las hectáreas donde se prevé el hotel multiplicándola por diez», a lo que Ginard respondió que «era una error que los técnicos reconocieron porque no era lo que se había pactado en su momento», un extremo que negó Juan entre acusaciones mutuas de faltar a la verdad.

Proyecto

El portavoz de Campos pel Canvi también criticó que «se haya dado la declaración de interés económico y estemos modificando nuestra normas por un proyecto de hotel que nadie, absolutamente nadie, ha visto ni nos lo ha enseñado».

Ginard, que acusó de «cinismo y demagogia» a la oposición, remarcó que «el complejo turístico está en los límites del PTM y nosotros lo que queremos es que Campos despliegue todo su potencial siempre dentro de la legalidad», aclarando que el hotel se construirá «fuera de toda zona protegida».

Con todo, el alcalde Sebastià Sagreras (PP) dio por acabado el debate y se procedió a la votación de este punto que se debatió por vía de urgencia en lo que fue un pleno extraordinario. Al celebrarse a las ocho de la mañana, la presencia de público fue escasa –sólo media docena de personas– entre ellas la dirigente del PP, Margalilda Ginard.