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Después de años de tramitaciones, todo indica que probablemente, las obras del deseado tercer polígono industrial de Inca se puedan iniciar a finales de este año 2012. Así lo aseguró el alcalde de la ciudad, Rafel Torres, que explicó que «a finales del próximo mes de marzo entregaremos al Consell de Mallorca todas las deficiencias subsanadas, por lo que los técnicos aseguran que la aprobación definitiva del proyecto por parte de la institución insular puede llegar antes del verano».

En ese momento será cuando el Ajuntament de Inca, que actúa como promotor del proyecto, podrá sacar a concurso la ejecución de las obras de construcción del futuro polígono. Aunque inicialmente son los mismos propietarios de los terrenos los que deben financiar las obras ya que el suelo pasa de ser rústico a ser industrial, el alcalde manifestó que «tenemos dos propuestas de inversores privados interesados en financiar parte de las obras si alguno de los propietarios de los terrenos se echan atrás».

Con la aprobación definitiva del tercer polígono industrial de Inca «conseguiremos desbloquear un tema de mayor importancia para la ciudad», según palabras de Rafel Torres, que continuó diciendo que «desde el Consistorio hemos trabajado duro para subsanar todas las deficiencias técnicas y nos hemos adaptado a todas las prescripciones. También se ha redactado el proyecto de urbanización y reparcelación de los terrenos». Con todo este trabajo llevado a cabo, ahora sólo falta la aprobación definitiva del proyecto por parte del Consell aunque el alcalde dijo que «nos consta que hay buena predisposición por parte del Consell de dar el visto bueno al proyecto».

El tercer polígono industrial de Inca ocupará una superficie de 336.000 metros cuadrados comprendidos entre la autopista de Alcúdia y la antigua carretera, desde la rotonda de Binissalem hasta la de Sineu.

Del total de los terrenos, está previsto que 190.000 metros cuadrados se destinen a uso privado y serán los que precisamente acogerán las naves de las empresas de industria, ocio o servicios. El resto (145.000 metros cuadrados) serán de uso público y acogerán las calles, aparcamientos, espacios libres, zonas verdes, equipamientos comerciales y sociales y una zona deportiva. De igual manera se mantendrá una franja verde entre la autopista y los terrenos del polígono.