El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre (PP), aseguró ayer que la tala del pino «se estaba convirtiendo en una fiesta alternativa en la que llegaban a juntarse casi 100 personas y debido a las historias que hay actualmente (en clara alusión al juicio por la propiedad del camino) hemos limitado a 20 personas el paso».
Veinte es el número máximo de autorizaciones diarias que firma habitualmente el alcalde para los excursionistas que solicitan permiso para transitar por el camino que está cerrado con barreras.
Decisión
Cifre asegura que la decisión de limitar el acceso este jueves corresponde al Ajuntament y que «no se debe a ninguna petición de la propiedad». «Hablamos con la comisión de fiestas, les explicamos que ellos tendrían prioridad y se han ido apuntando sin que se haya producido ningún tipo de polémica», dice el alcalde. «El Ajuntament tiene que ser consecuente con sus actos y no hay ningún acuerdo que justifique que el jueves tenga que autorizar a más de 20 personas», dice el alcalde que explica que «el límite no se aplicará por Sant Antoni».
El Ajuntament y la propiedad de Ternelles mantienen un largo litigio judicial por el camino. Ambos han recurrido la resolución judicial según la cual la propiedad del camino es privada aunque existe un derecho público de paso.
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