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Las obras de construcción de la variante de Llubí están paradas desde el jueves, según denuncian vecinos de la zona, quienes se quejan de las molestias que ocasiona el cierre del Camí de Son Burguet, lo que provoca que algunos vecinos atraviesen fincas particulares para poder acceder a sus fincas situadas en las afueras.

La Unión Temporal de Empresas (UTE) Vías y Construcciones y Excavaciones s'Horta, adjudicataria del proyecto de construcción de la variante de Llubí, no quiso ayer ni confirmar ni desmentir la noticia, si bien es cierto que todas las máquinas que trabajaban esta semana en la variante llubinera desaparecieron el jueves por la mañana.

La UTE deja en manos del Consell de Mallorca la responsabilidad de informar sobre la obra y el departamento insular de Carreteres asegura que «no están totalmente paradas», aunque admite que se ha producido una «ralentización» y que se realizan únicamente «trabajos mínimos» a la espera de que se apruebe una modificación del proyecto original de la variante para garantizar la protección de distintos elementos etnológicos que podían verse afectados.

Entre los cambios se contempla la modificación de un puente previsto en las proximidades de Son Burguet, según informaron fuentes del Consell.

Se da la circunstancia de que la UTE es también la adjudicataria de las obras de la variante de Porto Cristo, a la que el Consell de Mallorca da ahora prioridad absoluta debido al derribo inminente por orden judicial del puente del Riuet.

Precisamente la UTE y el Consell han alcanzado un acuerdo esta semana para desbloquear la construcción de la variante de Porto Cristo, parada desde hace meses por el sobrecoste que suponen las modificaciones realizadas sobre el proyecto original a raíz del hallazgo de distintos elementos patrimoniales.

La UTE no ha querido confirmar ni negar si la priorización de las obras de Porto Cristo pasa porque las obras de la variante de Llubí queden paralizadas ahora, cuestión que desmiente el Consell.