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Las que deberían ser mejores cartas de presentación en materia de promoción turística de Manacor precisamente no son, a día de hoy, la imagen más idílica del patrimonio costero manacorí .

Cala Petita, una de las muchas calas vírgenes del municipio, presenta un estado más que lamentable después del vertido de basura y residuos, tal y como se puede contemplar en las imágenes.

Las rocas de la cala están llenas de plásticos, botellas, ropa e incluso un casco de obrero. Parece como si el mar hubiera expulsado de su fondo un montón de residuos que van abandonando las embarcaciones, así como los irresponsables bañistas que las visitan que depositan allí su basura.

Àreas protegidas

La suciedad en las calas vírgenes de Manacor ya son un clásico estival, mostrando así su peor imagen en plena temporada turística. Se trata de playas vírgenes alejadas de la masificación de los grandes arenales con paseo marítimo incorporado y alejadas también de las prioridades de las diferentes administraciones de las que dependen.

Los más de seis kilómetros cuadrados de costa manacorina , y declarados Àrea Natural de Especial Interés (ANEI), comprenden rincones de una belleza extrema, pero a menudo es salpicada por bolsas de basura, botellas de refrescos y otros restos.