TW
2

Apenas dos semanas después de acceder al cargo, el alcalde de Andratx, Llorenç Suau, debe lidiar con el primer 'toro' de la legislatura: una sentencia del Tribunal Supremo que ordena el desalojo y derribo de un bloque de viviendas situado en la avenida Lluís Alemany. Aunque la decisión del Alto Tribunal afecta a 18 familias, Suau advierte que no permitirá que ningún vecino se quede en la calle. Para ello, el nuevo Consistorio andritxol ya trabaja para buscar una salida al atolladero.

La sentencia del Supremo llega casi 30 años después de que el Ajuntament d'Andratx concediese una licencia de obra para levantar un edificio de pisos sobre una parcela calificada entonces como suelo rústico. «A finales de los años 80 el Ajuntament dio una licencia que no estaba bien dada, ya que afectaba parcialmente a suelo rústico», confirmó ayer el propio alcalde.

El dictamen del Tribunal Supremo dibuja ahora un escenario cuanto menos complicado. La sentencia es irrecurrible y conmina al Consistorio a presentar en 15 días un plan de actuación para dar cumplimiento al desalojo y derribo de las viviendas.

No obstante, Llorenç Suau propondrá al Alto Tribunal un plazo de un año para garantizar una solución digna a las 18 familias afectadas por la orden de desalojo y derribo.

Una de las soluciones contempladas podría pasar por apelar a la benevolencia del Supremo en base a la inminente aprobación de las nuevas Normas Subsidiarias (NNSS) del municipio y la posterior adaptación de éstas al Plan Territorial de Mallorca. Según Suau, en el nuevo planeamiento la parcela donde se asienta el bloque de pisos figura como suelo urbano y, en virtud a la nueva calificación, solicitarán al Tribunal que reconsidere su decisión.

Como curiosidad, finalmente apuntar que el exalcalde Eugenio Hidalgo regentó varios negocios en los bajos del edificio declarado ahora ilegal por el Supremo.