Imagen de archivo de la planta de compostaje, en el término municipal de Ariany. | ultimahora.es

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Los vecinos de Maria ya están hartos. El pueblo volvió a amanecer ayer invadido por un desagradable olor procedente de la planta de compostaje de Son Bacs, en el término municipal de Ariany pero muy próxima a Maria.

El alcalde, Antoni Mulet, explicó que responsables de la planta se pusieron en contacto con él para manifestarle que los malos olores habían surgido al descargar un camión con compost. Además, la humedad de ayer provocó que el olor, en lugar de ascender y disolverse en la atmósfera, se esparciera horizontalmente. Así llegó a Maria. Cerca de mediodía desapareció.

Cabe señalar, asimismo, que los vecinos recogieron hace un año un millar de firmas reclamando el cierre de la planta. El pleno también aprobó, por unanimidad, una moción en el mismo sentido. Sin embargo, los olores no han cesado.

Antoni Mulet señaló que el Ajuntament ha comenzado a trabajar para interponer una demanda contra el Consell que lleve al cierre de la fábrica.

Además de olores, los vecinos han denunciado que la planta emite «gases tóxicos» a la atmósfera y que los vertidos «han afectado» a los pozos que proveen agua en la zona.