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La celebración del día del Puig de Sant Miquel de Montuïri conserva una tradición única en Mallorca: la figura del batle del Puig, un cargo honorífico que protagoniza la fiesta por sus méritos en distintos ámbitos del pueblo y que elige el pleno del Ajuntament.

«Actualmente el batle del Puig preside la fiesta. A primera hora de la mañana, se le concede la vara de alcalde, que entregará a la Mare de Déu de la Bona Pau. Además, reparte confits en el Puig y se trata de homenajear a una persona destacada de Montuïri», apuntó el historiador, Gabriel Mayol Arbona, quien destacó la «relevancia» de este cargo desde 1782.

Historia

De hecho, el investigador señaló que «siempre se ha relacionado esta figura con el regidor del Ajuntament que mantiene el oratorio de Mare de Déu de la Bona Pau. Pero en 1782 hubo un conflicto entre el rector y los regidores por el nombramiento del donat y se dictó que un regidor y el rector se encargarían del Puig».

Sin embargo, con la desamortización de 1870 el cargo sufrió algunas modificaciones y el batle del Puig pasó de tener funciones durante todo el año a organizar la jornada de la tercera fiesta de Pascua, según detalló Mayol.

«Entre 1890 y los años de la dictadura la trayectoria del batle del Puig es desconocida y los conflictos políticos del siglo XX afectan a la fiesta aunque con el restablecimiento de la democracia en 1979 se alterna la elección del cargo entre regidores del gobierno y de la oposición», añadió el historiador. Además, Mayol subrayó que «en 1993 es la primera vez que ya no se elige un regidor como batle del Puig, sino que se elige cada año a una persona que haya prestado servicios al pueblo de manera desinteresada».

Este año, Guillem Morlà Jaume será el batle del Puig el próximo 26 de abril por «su labor en Montuïri en el campo del deporte y la cultura así como por sus numerosos méritos sociales y profesionales que han sido objeto de un meritorio reconocimiento», según aprobó el pleno.