Imagen de las obras de la construcción de la desaladora de Alcúdia. | Jaume Morey

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El Ajuntament de Pollença comprará 300.000 toneladas de agua desalada para garantizar el suministro al Port de Pollença y a Cala Sant Vicenç durante el mes de agosto. Pollença es el único municipio que ha recibido hasta ahora agua de la planta desaladora de Alcúdia, inaugurada el pasado año y que permanece parada a la espera de encontrar compradores para el líquido.

El Ajuntament de Pollença desconoce exactamente cuánto tendrá que pagar por el agua procedente de la desaladora, «alrededor de 0,70 euros el metro cúbico», dice el alcalde Joan Cerdà (CxI).

Repercusión

Cerdà no tiene intención de repercutir dicho precio sobre las tarifas que pagan los usuarios teniendo en cuenta que se trata de «una medida extraordinaria que sólo aplicamos tres semanas en el mes de agosto».

El resto de municipios del Nord que inicialmente debían proveerse del agua de la planta (Alcúdia y Muro, para desde allí suministrar a Can Picafort) tienen el suministro garantizado por otras vías mucho más económicas, ya sea a través del eje transversal (es el caso de Muro) o mediante un mejor aprovechamiento del agua depurada.

«Ahora que sabemos lo que está pagando el Govern por la amortización de la planta (medio millón de euros mensuales durante quince años) comenzamos a comprender muchas cosas», dijo ayer el alcalde de Alcúdia, Miquel Llompart, sorprendido por el «elevado coste» de la planta desaladora.

Llompart cuestiona si cuando se proyectó la planta desaladora se estudiaron bien las necesidades y el coste del agua. «¿A qué precio tendremos que pagar? Por suerte, en Alcúdia no la necesitamos pero ¿cómo es posible que esta situación no se haya podido prever?», dice el alcalde de Alcúdia, Miquel Llompart (CxI).