Desde la entidad ecologista, Manuel Suárez explicó que «el proyecto que tenemos en marcha quiere combinar la custodia y la conservación de la zona agrícola del Pla de Vilafranca. Ya nos dimos cuenta de la abundancia de especies de aves ligadas a determinados cultivos, que se encuentran en regresión en toda Europa». «De hecho, el Pla d'Alanzell es el único lugar de cría que conocemos del aguilucho cenizo en las Illes Balears», añadió Suárez.
Regresión
No obstante, los procesos de intensificación de la agricultura producida han ido causando la regresión de las aves de ambientes agrícolas, unido al abandono del campo y a la huida de campesinos hacia la ciudad.
Por estos motivos, desde el grupo ecologista se busca potenciar los espacios de cultivos para conservar la biodiversidad del paisaje y del territorio.
En este punto, entran en escena el establecimiento y el fomento de usos y medidas sostenibles de la agricultura y ganadería -entre las que se encuentran la disminución de utilización de productos químicos o el estímulo del uso de variedades locales- implantando como parte del proyecto medidas para estimular la presencia de aves favorables a la agricultura como puedan ser la instalación de cajas-nido, puntos de agua o posaderos, entre otras.
Así, la iniciativa depende también de la implicación de los agricultores y ganaderos en la conservación de la biodiversidad del Pla d'Alanzell.
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