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Repartir publicidad en Alaró sin disponer del permiso pertinente ya se castiga. El Juzgado Contencioso Administrativo numero tres de Palma obliga a una empresa, que repartió publicidad por el pueblo sin tener autorización, a pagar una multa de 1.000 euros.


No obstante, la infracción no le habrá salido del todo cara a la empresa de publicidad dado que en un primer momento el Consistorio le multó con 2.500 euros, pero ahora el juez considera que la sanción «no se tramitó de la manera correcta» y reduce la multa a tan sólo 1.000 euros.


El magistrado sostiene que «la cantidad de la multa que impuso el Consistorio de Alaró se sitúa dentro el grado mediano de sanciones graves» y que el Ajuntament «no justificó debidamente cuáles son los motivos que llevaron a la institución a imponer un importe tan elevado».


Excesivo


Ante los hechos, el Juzgado de lo Contencioso resuelve que «la infracción de la empresa ha tenido poca incidencia y considera que se le tiene que imponer una sanción mínima» y avisa que la sentencia «no se puede recurrir».
Dado que la empresa en cuestión abonó enseguida los 2.500 euros de la sanción, ahora el Ajuntament d'Alaró deberá devolver a la empresa los 1.500 euros que cobró de más.


El reparto masivo de publicidad dinámica en el pueblo es una de las principales preocupaciones del Consistorio, quien intenta combatirlo con mano dura y ya el pasado 1 de enero puso en marcha una ordenanza más restrictiva.