La demolición de la infraestructura provocará grandes problemas en los meses de verano. | Guillem Mas

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Las obras de demolición del puente del Riuet de Porto Cristo, que se iniciarán el 15 de enero de 2011, durarán siete meses y afectarán de lleno la temporada turística en la localidad costera entre los meses de mayo, junio, julio y agosto.

Este hecho ya ha comenzado a crear un cierto malestar entre el sector turístico que ve en esta nueva amenaza una vuelta de tuerca más a la actual crisis económica de cara al año que viene.

Y es que la situación, si no lo remedia una vuelta atrás del juez del Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears, se prevé grave. No sólo se crearán enormes colapsos en el acceso al Riuet, al muelle y al puerto de Porto Cristo por la calle Coves, sino que también hay que tener en cuenta que toda esta zona se encontrará en obras.
Al tratarse de una obra pública, el Ajuntament de Manacor no podría solicitar una paralización de las actuaciones previstas para evitar molestias y atascos a los turistas que visitan la zona.

Autorizaciones

Ahora que ya se dispone del proyecto de demolición, que se deberá ejecutar por sentencia judicial, el Consistorio iniciará en breve la petición de autorizaciones para dichas obras a Ports de les Illes Balears, Demarcación de Costas y el Consell de Mallorca por ocupación de terrenos y otras actuaciones.

El equipo de gobierno del Ajuntament también prevé entablar contactos con el Govern balear y el Consell de Mallorca para, si finalmente se derrumba el puente, ayuden a sufragar los 900.000 euros que costarán las obras.
Y es que Govern, Consell y Ajuntament fueron las tres instituciones que financiaron a partes iguales la construcción en su momento de dicha infraestructura.

Por ello, los gobernantes manacorins consideran igual de responsables estas dos administraciones supramunicipales de la resolución final del litigio del puente del Riuet de Porto Cristo.