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Fornalutx se prepara para recibir el próximo viernes a dos nuevas hijas ilustres, Maria Arbona Mir y Maria Fe rrer Arbona, iniciadoras del colegio de la Pureza de Palma, y a un hijo adoptivo, el presidente del Grup Serra y de la Fundación Tren de l'Art, Pere A. Serra.

Joan Rullan Vallcaneras será el encargado de leer los méritos de las hijas ilustres. Maria Arbona Mir (Fornalutx, 1756-Palma,1824) fue hija de carpintero que se casó en 1776 con Jaume Ferrer Mas, en las que eran las cuartas nupcias para él. Del matrimonio nació en 1777 Maria Ferrer Arbona, en Fornalutx. El matrimonio vivía en Palma del negocio familiar, una carpintería. A la muerte del padre, madre e hija, para subsistir, se dedicaron a la confección y enseñanza de bordados.

Gracias a su amistad con el obispo del momento, el solleric Bernat Nadal Crespí, se les hizo el encargo de crear en 1809 una escuela femenina en la calle de la Pau de Palma (Can Weyler hoy en día) para las niñas de la Isla. La madre, Maria Arbona, fue nombrada rectora del colegio, y la hija, Maria Ferrer, vicerrectora. En 1815 el colegio cambió de edificio, pasando a la casa conocida como Can Desclapers. Las obras de reforma para adaptar la vivienda a las condiciones de un colegio fueron sufragadas por el Obispado. En los primeros años, consta que el colegio de la Pureza contaba ya con unas 200 alumnas.

En 1817, Maria Arbona profesa como terciaria franciscana. Tras su muerte, en 1824, su hija fue nombrada la nueva rectora del colegio. En 1829, Maria consiguió el reconocimiento «Real» para el colegio, en virtud de una Orden del rey Fernando VII, lo que lo convirtió en un referente de la educación femenina, consiguiendo incluso el favor de los sectores liberales.

Maria Ferrer falleció en 1865 a los 87 años. Fue cinco años después cuando Cayetana Alberta Giménez Adrover, hija ilustre de Pollença y de Palma, se convirtió en la nueva rectora del colegio. Ella impulsó la congregación de la Pureza de María.

Hijo adoptivo

Por su parte, Josep A. Morell González expondrá el vínculo de Pere A. Serra (Sóller, 1928) con el municipio, ya que el presidente del Grup Serra ha mantenido una larga y profunda relación con Fornalutx, implicándose activamente en la promoción del pueblo, así como en la conservación de su patrimonio y de valores medioambientales, sociales y culturales.

Asimismo, Pere A. Serra ha destacado también en el cariño que profesa a este pequeño municipio de la Serra, y que ha demostrado en varias publicaciones de las que ha sido editor, así como en las actividades de la Fundació Tren de l'Art, que preside, y que han impulsado la cultura del Valle de Sóller y Fornalutx, toda una unidad paisajística indisociable, cuestiones todas que han contribuido a hacer más conocido aún el nombre de Fornalutx.

El nombramiento de las hijas ilustres e hijo adoptivo tendrá lugar esta semana en el marco de los actos festivos del municipio.