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El Ajuntament de Sóller debe casi 30 millones de euros a los bancos y a los proveedores, una deuda que técnicamente, si el Consistorio fuera una empresa privada, estaría en situación de bancarrota, según admite el alcalde, Josep Lluís Colom (PSOE).
Después de meses de analizar esta documentación, el equipo de Gobierno dispone de un primer diagnóstico de la situación financiera municipal. El resultado, que aunque ya se esperaba, no ha dejado de ser nefasto: los préstamos a largo plazo suscritos durante la legislatura anterior y un crédito especial para la construcción del polideportivo suman 10,4 millones, mientras que las facturas directas pendientes de pago actualmente suman más de 11,3 millones más. A estas cantidades, se tienen que añadir las facturas extrajudiciales (1,7 millones que se incrementarán en el 2010 en una cantidad similar) y las deudas bancarias de la empresa municipal de servicios, Sóller 2010, para la construcción de un aparcamiento en Ca les Ànimes, un aparcamiento y sala polivalente en el Port y los de la Funeraria Municipal, que debe buena parte del tanatorio municipal.
Reducción de sueldos
Estos tres últimos proyectos suman una deuda de 2,4 millones más. Todavía se tendrían que añadir aquí las facturas directas pendientes a los institutos municipales. Ante esta situación, Colom lamentó ayer que el PP votara contra la reducción de sueldos a los funcionarios adoptada por imperativo legal y los acusara de «mala gestión». Colom recuerda que todas estas deudas bancarias se han generado durante la anterior legislatura (aunque admite que el primer crédito que hizo el PP fue para cubrir la deuda anterior. Por su parte, la concejal Catalina Esteva también recordó que «el PP eliminó dos de las fuentes de ingresos que tenía el Ajuntament mediante el servicio de agua y la recogida de basuras en sendas empresas privadas en unas condiciones inasumibles».
Colom avanzó que la sala aprobará pronto el plan de viabilidad que condicionará los presupuestos «durante años» y que, «gobierne quien gobierne», tendrá que asumir.
Colaboración
Por este motivo espera que el PP «colabore» si piensa cuentas volver a gobernar y ofrece a la oposición «un pacto» para redimensionar los servicios y las expectativas de la Sala de acuerdo con esta realidad. El alcalde aseguró que «revisamos las cuentas cada mes y decidimos las prioridades de pago. De momento, las nóminas están aseguradas, pero la situación es crítica».