El desplome obligó a cerrar al tráfico la carretera Banyalbufar-Esporles. | P. Pellicer

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La carretera que une las localidades mallorquinas de Banyalbufar y Esporles (MA-10, kilómetro 83,5)) quedó abierta ayer por la tarde al tráfico, después de que las brigadas del departamento de carreteras limpiaran el pavimento y retirasen las rocas que se desplomaron el domingo en la calzada.

En un comunicado, el Consell de Mallorca recordó que ayer al mediodía se reabrió uno de los carriles de la carretera y se dio paso alternativo a los vehículos para «intentar reducir las molestias, principalmente a los vecinos».

Por otro lado, destacó que el personal de las brigadas del departamento de carreteras han trabajado tanto ayer, como hoy con maquinaria pesada para retirar las rocas que cayeron a la calzada, en concreto, en el tramo 83,5 de la carretera Pollença-Andratx a la altura del Coll de la Bastida.