Parte de los encuestados interpreta que los inmigrantes no permiten a los autóctonos gozar de los espacios públicos. | Antoni Pol

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Un veinte por ciento de los ciudadanos de Inca vinculan la inmigración con la delincuencia y la inseguridad y un dieciocho por ciento considera necesario que las instituciones ejerzan «un mayor control» sobre este fenómeno, advierte la encuesta que el Ajuntament de Inca encargó en 2008 a OverMCW, empresa relacionada con el 'caso Gürtel'.
En sus conclusiones, los autores de la encuesta exponen que «la totalidad de los participantes de los grupos de discusión (30 personas) y de las entrevistas en profundidad (18) señalan que el crecimiento de población inmigrante ha traído aparejado los problemas de aumento de la inseguridad ciudadana, aumento del tráfico, más suciedad en las calles y la saturación de escuelas y hospitales».
Resultados
Los resultados del documento ponen igualmente de manifiesto que el incremento de extranjeros es percibido «como una amenaza a su 'tranquilidad'», el atributo positivo más claro que los inquers ven en su ciudad. A pesar de ello, se reconoce que esta opinión se funda más «en temores y rumores que en constataciones directas de delitos». Parte de los encuestados también interpreta que los inmigrantes se establecen «en parques, paseos públicos y zonas de ocio infantil impidiendo su disfrute a los autóctonos». Algún entrevistado, señala el informe, considera oportuno «potenciar los servicios sociales y apoyar la integración» de este colectivo en los colegios.
La encuesta, que ahora ha trasncendido a raíz de la vinculación de OverMCW con Gürtel, se realizó en los meses de abril y mayo de 2008 y se entrevistaron a 500 personas.


Reacciones


Mariana Chávez, presidenta de la Asociación de Ecuatorianos de Inca, reconoció que efectivamente «algunas veces hemos detectado casos de personas con prejuicios hacia nosotros». «Nos hemos sentido rechazados por ciudadanos de aquí», pero «como en todos sitios, en Inca también hay gente que nos admite y trata sin prejuicio alguno», explicó Chávez. En cualquier caso, «supongo que la aceptación de inmigrantes por parte de los inquers debe ser similar al del resto de ciudades de España», añadió.
La concejal de Serveis Socials del Ajuntament, Margalida Horrach, manifestó que los resultados de la encuesta «pone más de relieve las percepciones de los ciudadanos y no episodios concretos de racismo». «Es cierto que hay personas más reacias a los inmigrantes, pero estas opiniones no se han concretado en casos de violencia», añadió Horrach. La concejal explicó que hace poco más de un año que el Ajuntament implantó el programa 'Inca Integra' con el fin de combatir esos prejuicios y ayudar a la integración de todos los inmigrantes.